La vida en sí es el mayor regalo otorgado para ti que estás leyendo esto, tienes la fortuna de estar vivo, tienes la capacidad de razonar, disfrutar, gozar, reír, ser feliz, etc, valorar lo que se tiene es un don de muchos y la felicidad les espera, sin embargo hay personas que llegan a caer en rutina tras rutina y así pasar días, meses o incluso años inmersos en la monotonía de su día a día, así se les va cada minuto de su existencia sin realmente disfrutar de una vida plena solo acumulando días amargos para terminar sin motivación alguna o incluso cansados de vivir.
Analicemos esta frase:
Lo bueno: Está hermosa frase nos muestra que la vida se va tan rápido que si permitimos “no vivirla” entonces habremos pasamos como fantasmas nuestra existencia; sin ver, sentir y gozar de verdad.
Esto pasa porque muchas veces dejamos que la rutina invada nuestra vida, poco a poco por el estrés de una vida ajetreada y la falta de dedicación y tiempo para nosotros mismos, vamos haciendo círculos con las cosas que hacemos a diario, hasta llegar a un punto en que nos sentimos perdidos en este vida o simplemente no le encontramos sentido a la existencia.
Pero siempre llega un momento en el que nos damos cuenta de la situación en la que estamos, es en ese momento en que podemos y debemos actuar, a veces ese reaccionar llega sin esperarlo o buscarlo, pero se presenta de pronto ante nosotros y es tiempo de decidir por un cambio o seguir hundidos en la rutina.
El reaccionar llega de diferentes formas, puede ser que una nueva persona cruce nuestro mismo camino para dar un vuelco a nuestro ser y nos ayude a ver la vida con una mirada distinta y con brillo singular. O bien, también nosotros mismos demos ese giro a la vida pues la monotonía llega a ser tan pesada que tienes que decidir si soltarla o dejar que te aplaste.
Ese reaccionar nos abre los ojos, nos da una nueva oportunidad, nos inyecta vida, nos hace amar por primera vez, nos hace sentir VIVOS.
Lo malo: hay personas que no saben cómo enfrentar la realidad porque la rutina a sedado su alma, se han quedado paralizados por el tiempo que han vivido de esa forma o simplemente el miedo al cambio los hace seguir igual, sin motivación alguna y aunque ellos sepan que están mal jamás se atreven a lanzar por la borda la rutina que acaba y opaca su existir.
Lo tuyo: analiza tus actividades que haces todos los días, cada semana y cada mes, anótalos como agenda y si notas que has creado círculos con tus actividades y que no te motivan realmente, si te sientes cansado y te pesa realizar tus actividades diarias, es momento de tomarte un tiempo para respirar profundamente y analizar a conciencia tu vida.
No dudes que si hay algo por lo que sientes pesar es tiempo de soltarlo, es tiempo de que reacciones a la vida y te des la oportunidad de disfrutar la vida misma, de una vida que mereces como ser humano, una vida digna que te llene de orgullo y satisfacción, que te haga sentir bien y con la frente en alto, una vida que con alegría quieras compartir con alguien más.
Atrévete a amarte y libérate de pesares.
Amate y se feliz.
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