Dicen que la historia es para aprender de ella, que cada suceso nos deja una enseñanza en la vida, que cada experiencia que llega a ti es una lección que debes aprender para mejorar y no volver a cometer los mismos errores y por ende mejorar con la experiencia.
Pero hoy he de confesar que mi corazón no ha entendido el significado de la historia y que he cometido el mismo error mas de dos veces, me he enamorado una y otra vez y, para mi desgracia, siempre obtengo el mismo resultado mi corazón es traicionado, es como si me corazón tuviera un imán para atraer a la persona que se encargue de romperlo en mil pedazos.
Mi historia es la misma y la he contado muchas veces con la única variante que he tenido es el nombre de a quien he amado.
La primera vez que me enamore creí que todo era posible, me hicieron llenar de ilusiones que jamás hubiera imaginado, por primera vez sentía mi corazón mas vivo que nunca, en cada latido se podía escuchar su nombre, sin embargo, después viene la decepción, el momento en que me doy cuenta que vivía en una burbuja llena de mentiras provocando un dolor doblemente inmenso al amor que sentía hasta llegar a jurar que jamás me volvería a enamorar, esa traición hace que se combinen sentimientos como el dolor, la rabia, el odio, la impotencia y la frustración de un amor al que te han hecho quedar como idiota.
Para colmo, tiempo después llega a mi un nuevo amor que me hace creer en una segunda oportunidad y que tal vez este sí sea el amor eterno que buscaba en mi vida, se esforzó en llenarme de besos que cada uno fue uniendo cada trozo de mi corazón hasta tenerlo completo para amarle como nunca y como a nadie, me hizo llegar al cielo para después soltar mi mano y mi caída nuevamente era inminente y vi mi corazón tirado en el suelo regado en pedazos como un rompecabezas recién sacado de la bolsa.
He llegado a creer que el amor y la desilusión son de cajón en mi vida, mi historia es la misma, sin embargo el dolor es muy fuerte, mas fuerte que el amor en sí, así que hoy pongo clausurado mi corazón por motivos de reparación y aún cuando termine de sanar seguirá cerrado puesto que me niego rotundamente a sufrir de nuevo, creo que la historia por fin me deja una lección: el amor no es para mi. El amor se hizo para todos excepto para mi y si el amor y el dolor van de la mano entonces me resigno a vivir sin amor.